El sexo contigo puede ser tan fantástico que tu hombre ni siquiera pensaría en estar con otra mujer. Puede ser tan bueno que haría cualquier cosa, hasta cansarse, para asegurarse de poder tener relaciones contigo.
Los secretos de esta sección te enseñarán cómo convertirlo en un esclavo sexual.
Ten confianza acerca de tu cuerpo. He aquí algunas preguntas… ¿Puedes tener sexo con las luces encendidas? ¿Puedes usar una bikini en la playa sin sentirte cohibida? ¿Disfrutas de la idea de que tu hombre sienta lujuria por ti mientras te desnudas delante de él? Si responde “no” a algunas de estas preguntas, entonces debe resolver que eres una mujer sexy y trabajar muy duro en cambiar tu imagen corporal.
Este es el trato con el cuerpo humano: todo el mundo tiene imperfecciones. He trabajado con modelos de revistas, y sus cuerpos siempre son aéreografiados antes de aparecer publicados en fotografías profesionales. No existe excepción a esto. Y aun así, estas mismas mujeres con sus imperfecciones pueden hacer que prácticamente cualquier hombre se babee cuando aparecen en clubes de strip, clubes nocturnos, u otros puntos de reunión donde muestran sus cuerpos en público.
La clave se encuentra en las actitudes de estas mujeres hacia sus cuerpos. A los hombres no les importa ni notan los pequeños detalles; miran el paquete entero. Ven lo que proyectas. Si proyectas sensualidad, tu hombre verá sensualidad. Recuerda: vives dentro de tu cuerpo, y es el único que tienes. Amalo y siéntete orgullosa de él.
Adóralo sexualmente. Atender su pene marcará toda la diferencia. Sorprende a tu hombre en la ducha. Por la noche dale besos por todas partes, bajando por su cuerpo. Acaricia y toca su pene cada vez que tengas la oportunidad, muchas veces por día si puedes.
Vuélvete buena con el sexo oral (e interesada en él). Deja que tu imaginación se descontrole. Asegúrate de alabar su pene. Prácticamente todos los hombres se sienten inseguros acerca de sus penes, especialmente en cuanto al tamaño. (Hasta los hombres que se jactan del tamaño, lo hacen por sus sentimientos de inseguridad).
Con el levantamiento del ego que tu hombre obtiene cuando te ocupas de su pene, lo verás florecer en todas esas áreas de su vida, gracias a ti. Sabrás sin duda que ninguna otra mujer puede hacerlo feliz como tú, así que nunca se escapara con alguien más. Y se ocupará muy bien de tus necesidades a cambio.
Asume que tu hombre piensa que eres hermosa. Digo esto no sólo porque lo hace; de hecho, piensa que te ves bien (si no, nunca hubiese salido contigo en primer lugar), sino porque al relajarte y sentirte cómoda en tu propia piel se incrementará tanto su placer como el tuyo. Si te encierres o tratas de dejar que tu hombre sólo vea tu mejor ángulo, entonces interferirá con el buen sexo. Exhíbele tu cuerpo. Por ejemplo, ponte sobre tus codos y rodillas arquea tu espalda delante de él. Se te irá encima como loco.
Puedes aprender a satisfacerlo sexualmente si aplicas unas muy buenas técnicas para hacer el amor, lo tendrás en tu mano y no querrá estar con ninguna otra.
Los secretos de esta sección te enseñarán cómo convertirlo en un esclavo sexual.
Ten confianza acerca de tu cuerpo. He aquí algunas preguntas… ¿Puedes tener sexo con las luces encendidas? ¿Puedes usar una bikini en la playa sin sentirte cohibida? ¿Disfrutas de la idea de que tu hombre sienta lujuria por ti mientras te desnudas delante de él? Si responde “no” a algunas de estas preguntas, entonces debe resolver que eres una mujer sexy y trabajar muy duro en cambiar tu imagen corporal.
Este es el trato con el cuerpo humano: todo el mundo tiene imperfecciones. He trabajado con modelos de revistas, y sus cuerpos siempre son aéreografiados antes de aparecer publicados en fotografías profesionales. No existe excepción a esto. Y aun así, estas mismas mujeres con sus imperfecciones pueden hacer que prácticamente cualquier hombre se babee cuando aparecen en clubes de strip, clubes nocturnos, u otros puntos de reunión donde muestran sus cuerpos en público.
La clave se encuentra en las actitudes de estas mujeres hacia sus cuerpos. A los hombres no les importa ni notan los pequeños detalles; miran el paquete entero. Ven lo que proyectas. Si proyectas sensualidad, tu hombre verá sensualidad. Recuerda: vives dentro de tu cuerpo, y es el único que tienes. Amalo y siéntete orgullosa de él.
Adóralo sexualmente. Atender su pene marcará toda la diferencia. Sorprende a tu hombre en la ducha. Por la noche dale besos por todas partes, bajando por su cuerpo. Acaricia y toca su pene cada vez que tengas la oportunidad, muchas veces por día si puedes.
Vuélvete buena con el sexo oral (e interesada en él). Deja que tu imaginación se descontrole. Asegúrate de alabar su pene. Prácticamente todos los hombres se sienten inseguros acerca de sus penes, especialmente en cuanto al tamaño. (Hasta los hombres que se jactan del tamaño, lo hacen por sus sentimientos de inseguridad).
Con el levantamiento del ego que tu hombre obtiene cuando te ocupas de su pene, lo verás florecer en todas esas áreas de su vida, gracias a ti. Sabrás sin duda que ninguna otra mujer puede hacerlo feliz como tú, así que nunca se escapara con alguien más. Y se ocupará muy bien de tus necesidades a cambio.
Asume que tu hombre piensa que eres hermosa. Digo esto no sólo porque lo hace; de hecho, piensa que te ves bien (si no, nunca hubiese salido contigo en primer lugar), sino porque al relajarte y sentirte cómoda en tu propia piel se incrementará tanto su placer como el tuyo. Si te encierres o tratas de dejar que tu hombre sólo vea tu mejor ángulo, entonces interferirá con el buen sexo. Exhíbele tu cuerpo. Por ejemplo, ponte sobre tus codos y rodillas arquea tu espalda delante de él. Se te irá encima como loco.
Puedes aprender a satisfacerlo sexualmente si aplicas unas muy buenas técnicas para hacer el amor, lo tendrás en tu mano y no querrá estar con ninguna otra.
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